Dominicana mató hijo autista en Miami enfrenta pena de muerte
Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ La madre dominicana Patricia Ripley, quien admitió haber ahogado a su hijo autista, Alejandro Ripley, de 9 años de edad en un canal de agua, cerca de un campo de golf en Miami, enfrenta la pena de muerte, según la ley capital vigente en estado de Florida.
Ripley, de 45 años de edad, residente en el suburbio West Kendall y quien también se inventó que el niño había sido secuestrado por dos afroamericanos que la interceptaron en una carretera, exigiéndole drogas de donde se llevaron a su hijo para luego matarlo, intentó una primera vez ahogar al menor en otro lago.
Pero allí fue rescatado por tres testigos, dijo la fiscal de Miami Dade, Katherine Fernández Rundle, durante una audiencia de fianza el sábado ante el juez Oscar Rodríguez Fonts, quien negó la petición.
Aunque el abogado de la dominicana homicida, Nelson Rodríguez Varela, alegó que ella es una excelente madre y que el peso de dedicarse al cuido del niño autista que no hablaba, la abrumó llevándola a cometer el crimen.
La ley de Florida sobre la pena capital, no contempla esa situación como circunstancia atenuante sino agravante.
Libertad condicional por delitos graves
Mientras que la ley, impone la sentencia máxima cuando las evidencias demuestran que los crímenes son cometidos por una persona previamente condenada por un delito grave, condenados a prisión, puesto en control comunitario o en libertad condicional por delitos graves.
Detenidos con varias menores en supuesta orgía
También cuando han sido previamente condenados por otros delitos capitales o por un delito que involucra el uso o la amenaza de violencia a la persona, el acusado a sabiendas creó un gran riesgo de muerte para muchas personas.
Se aplica la ley cuando el crimen se cometió mientras el acusado estaba involucrado, o fue cómplice, en la comisión o en un intento de cometer un delito específico como abuso infantil agravado.
Incendio provocado, secuestro, colocación o descarga de un dispositivo destructivo o bomba, fue cometido con el propósito de evitar o prevenir un arresto legal o realizar una fuga de la custodia, fue cometido para beneficio pecuniario.